Teresa Abajo, El Correo. 01.07.2021
El ansia de libertad de Sor Juana Inés de la Cruz inspira 'Yo, la peor del mundo', de Vaivén, que inicia otro viaje tras estar tres semanas en Madrid.
Bilbao. «Antes de empezar cada función digo: Juana, vamos a contar tu historia. Siento que es una persona que quiere ser libre. Hombre o mujer, ¿Quién no tiene ese deseo de ser uno mismo?». Así ve la actriz y cantante Itxaso Quintana a Sor Juana Inés de la Cruz, «un torrente de energía y de valentía» que vivió en el siglo XVII rodeada de limites. La compañía vasca Vaivén Producciones ha captado su espíritu en un musical que está logrando pequeños milagros, como permanecer tres semanas en Madrid con el género más castigado por la pandemia. Ahora vuelven a hacer las maletas con destino al Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, donde actuarán el 8 y el 9 de julio y disfrutarán del ambiente mágico que se crea en esta reserva del Siglo de Oro. 'Yo, la peor del mundo' proclama desde el título que no es una biografía al uso, aunque sobre la vida de la mexicana Juana Inés de Asbaje y Ramírez (1648-1695), grao figura de las letras hispanoamericanas, hay mucho que contar. Fue una niña prodigio que aprendió a leer y escribir a los tres años, se vistió de hombre para ir a la universidad y prefirió el convento al matrimonio para dedicarse a los libros. En su celda escribió poesía, teatro y textos tan personales como la 'Respuesta a Sor Pilotea de la Cruz’ (seudónimo del obispo de Puebla) cuando le aconsejó que se cerneara en la vida monástica, «más acorde con la condición de monja y mujer». Vaivén se inspiró en ella «para hablar de un feminismo inclusivo, no panfleiario», cuenta la directora del espectáculo, Olga Margallo. El autor, Antonio Muñoz de Mesa, «empezó a leer mucho sobre ella, una mujer adelantada a su época y a la nuestra», e Iñaki Salvador compuso La música. Junto a Quintana, completan el reparto Nerea Gorriti, Ylenia Baglietto, Ugaitz Alegría y Ana Pimenta, que al igual que Margallo es candidata a los Max por este trabajo. Interpreta a la virreina que fue el amor prohibido de la protagonista, a la que dedicó algunos de sus mejores poemas. Se estrenó el año pasado en San Sebastián, días antes del estado de alarma, y en plena pandemia ha ido encadenando funciones tanto en castellano como en euskera. En el certamen nacional para directoras de escena de Torrejón de Ardoz logró el Premío Especial José María Rodero al mejor espectáculo y el segundo a la mejor dirección. «Yo odiaba los musicales hasta hace unos años», asegura Olga Margallo, que ha participado en Almagro en varias ocasiones y ha sido jurado del festival. «Ahora pienso que puede ser el mejor formato para contar una historia siempre que las canciones no sean pegotes, sino una escena más, y cuentes con actores y cantantes de mucha calidad. Aquí nos creemos que todo es La Bella y la Bestia’, pero en Estados Unidos hay musicales muy potentes y políticamente incorrectísimos».
«Sin chulería y sin rabia»
Decidieron contar la vida de Juana de una manera diferente, «con mucho humor y trasfondo». Tratan de dar respuesta a las preguntas que ella se haría. «¿Por qué no puedo estudiar? ¿Cuántos años me quedan para poder ira la universidad?». Y la última, poco antes de fallecer durante una epidemia de tifus: «¿Por qué tengo que morir rodeada de monjas que me detestan si yo he vivido a contracorriente?». Itxaso Quintana se ha sentido como ella, «luchando en contra de la marea», a medida que iban sumando bolos frente a las restricciones de la pandemia, después de Almagro tienen citas en Zaragoza. Toledo y varias localidades vascas, entre ellas Getxo y Basauri, a falta de entrar en Bilbao. Como artista de musicales -encamó a Liza Minnelli en ‘Cabaret Chihuahua’- sabe que esto es «una carrera de fondo» que en su caso empezó a los veinte años. Debutó en ‘Historia de un caballo’ con Carlos Hipólito, a quien tiene como referente. «Es mi familia». Cuando él fue a verla como protagonista al teatro Fernán Gómez. sintió que había cubierto una etapa. «Para mi, la clave de este musical es que llega al alma de la gente», dice la artista portugaluja. «Es maravilloso sentir que se emocionan y de repente, hacerles reír». A Juana «le pasa de todo y se defiende desde la humildad y la fuerza, sin chulería y sin rabia. Ella dice ¿por qué no me dejáis ser libre? Por buscar mi libertad cada segundo. Yo, la peor del mundo».